viernes, 7 de junio de 2013

Microrrelatos

Pedro Ugarte

(Los libros, los cigarrillos, tu hijo y sus juguetes, el rostro de tu esposa)
Estás en casa, y es de noche, y apagas la última luz. Qué extraño: de pronto todo desaparece.

Eloy Tizón

(Sobremesa o fin de mundo)
Hoy después de comer he retirado el mantel, he lavado los platos, y un día estaré muerto.

Eduardo Berti

(El camello)
El camello había pasado ya la mitad de su cuerpo por el ojo de una aguja cuando dijo una mentira, le crecieron algo más las dos jorobas y quedó allí atrapado para siempre.

Carlos Almira

(Una inmortalidad)
El poeta de moda murió, y levantaron una estatua. Al pie grabaron uno de los epigramas que le valieron la inmortalidad y que ahora provoca la indiferencia o la risa, como la chistera, el corbatín y la barba de chivo del pobre busto. El Infierno no es de fuego ni de hielo, sino de bronce imperecedero.
La mia:
Juan lo miró y retrocedió espantado,  no se lo podia creer, aquello era espantoso, se pellizcó el brazo pero estaba despierto y se fue a dormir intranquilo. Cuando se despertó volvió a la bañera y allí se dio cuenta de que todo había acabado. 

Pedro Ugarte

(Los libros, los cigarrillos, tu hijo y sus juguetes, el rostro de tu esposa)
Estás en casa, y es de noche, y apagas la última luz. Qué extraño: de pronto todo desaparece.

Eloy Tizón

(Sobremesa o fin de mundo)
Hoy después de comer he retirado el mantel, he lavado los platos, y un día estaré muerto.

Eduardo Berti

(El camello)
El camello había pasado ya la mitad de su cuerpo por el ojo de una aguja cuando dijo una mentira, le crecieron algo más las dos jorobas y quedó allí atrapado para siempre.

Carlos Almira

(Una inmortalidad)
El poeta de moda murió, y levantaron una estatua. Al pie grabaron uno de los epigramas que le valieron la inmortalidad y que ahora provoca la indiferencia o la risa, como la chistera, el corbatín y la barba de chivo del pobre busto. El Infierno no es de fuego ni de hielo, sino de bronce imperecedero.

Pedro Ugarte

(Los libros, los cigarrillos, tu hijo y sus juguetes, el rostro de tu esposa)
Estás en casa, y es de noche, y apagas la última luz. Qué extraño: de pronto todo desaparece.

Eloy Tizón

(Sobremesa o fin de mundo)
Hoy después de comer he retirado el mantel, he lavado los platos, y un día estaré muerto.

Eduardo Berti

(El camello)
El camello había pasado ya la mitad de su cuerpo por el ojo de una aguja cuando dijo una mentira, le crecieron algo más las dos jorobas y quedó allí atrapado para siempre.

Carlos Almira

(Una inmortalidad)
El poeta de moda murió, y levantaron una estatua. Al pie grabaron uno de los epigramas que le valieron la inmortalidad y que ahora provoca la indiferencia o la risa, como la chistera, el corbatín y la barba de chivo del pobre busto. El Infierno no es de fuego ni de hielo, sino de bronce imperecedero.

Pedro Ugarte

(Los libros, los cigarrillos, tu hijo y sus juguetes, el rostro de tu esposa)
Estás en casa, y es de noche, y apagas la última luz. Qué extraño: de pronto todo desaparece.
(El camello)
El camello había pasado ya la mitad de su cuerpo por el ojo de una aguja cuando dijo una mentira, le crecieron algo más las dos jorobas y quedó allí atrapado para siempre.

Carlos Almira

(Una inmortalidad)
El poeta de moda murió, y levantaron una estatua. Al pie grabaron uno de los epigrama

Eloy Tizón

(Sobremesa o fin de mundo)
Hoy después de comer he retirado el mantel, he lavado los platos, y un día estaré muerto.

Eduardo Berti

s que le valieron la inmortalidad y que ahora provoca la indiferencia o la risa, como la chistera, el corbatín y la barba de chivo del pobre busto. El Infierno no es de fuego ni de hielo, sino de bronce imperecedero.

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